Vuelvo para marcharme... de marchar
Es la necesidad de que me leas, de que me desnudes entre tus páginas de San Cristóbal, eso y esta huida que seguimos estructurando. Somos poesía de generación olvidada,
poesía-extradición. Volveré con tu novela de Madrid o no volveré, igual siempre quisimos dormir en un callejón londinense.
lunes, 17 de diciembre de 2007
miércoles, 10 de octubre de 2007
lunes, 17 de septiembre de 2007
Este post se me va de las manos / Encontre al Abuelo / Le decian "La parca"
Joder...
Sin temor a equivocarme, puedo afirmar que de la GENERACION PERDIDA, la persona más talentosa y generadora de anécdotas harto bohemias, obscuras e interesantes, era el ABUELO (José Guillermo Silva Tapia, de Oaxaca). Todos lo admirabamos en secreto, las mujeres lo amábamos y nuestros maestros, estoy segura, alguna vez sintieron un poco de envidia, ya fuera por sus letras mágicas e impecables, o por su fabulosa memoria y la cantidad de libros leídos, que sin duda, superaba la de ellos.
Obviamente, sus anécdotas siempre incluían litros y litros de alcohol, algunos cigarros de mariguana, mucha heroína (a la que era adicto), todos los tipos de substancias que alteran la percepción, y, una de ellas, un anciano asesinado por unos jóvenes en busca de trago, él, por supuesto, era uno de ellos.
Este post, demerita lo poético de su vida, lo poético, sucio y vedettero. El se merece un post lleno de historias, de mentiras como las que siempre le creíamos, de frases célebres, de anécdotas, y de cierta nostalgia... pero no, el Abuelo no está muerto, lo he encontrado, como dice el Trapi, teníamos que buscarlo... y yo lo encontré:
Sin temor a equivocarme, puedo afirmar que de la GENERACION PERDIDA, la persona más talentosa y generadora de anécdotas harto bohemias, obscuras e interesantes, era el ABUELO (José Guillermo Silva Tapia, de Oaxaca). Todos lo admirabamos en secreto, las mujeres lo amábamos y nuestros maestros, estoy segura, alguna vez sintieron un poco de envidia, ya fuera por sus letras mágicas e impecables, o por su fabulosa memoria y la cantidad de libros leídos, que sin duda, superaba la de ellos.
Obviamente, sus anécdotas siempre incluían litros y litros de alcohol, algunos cigarros de mariguana, mucha heroína (a la que era adicto), todos los tipos de substancias que alteran la percepción, y, una de ellas, un anciano asesinado por unos jóvenes en busca de trago, él, por supuesto, era uno de ellos.
Este post, demerita lo poético de su vida, lo poético, sucio y vedettero. El se merece un post lleno de historias, de mentiras como las que siempre le creíamos, de frases célebres, de anécdotas, y de cierta nostalgia... pero no, el Abuelo no está muerto, lo he encontrado, como dice el Trapi, teníamos que buscarlo... y yo lo encontré:
Detienen a vendedores de droga en el puente Valerio Trujano
09/05/2007 06:15:53 PM
Autor: Rebeca Luna Jiménez
luna312004@yahoo.com.mx
Oaxaca, México. Mayo 9- Con cien dosis de droga conocida como piedra negra y cocaína, fueron detenidos tres sujetos cuando la vendían en el rumbo de San Martín Mexicapan, entre ellos detuvieron los agentes ministeriales a Erick Rey Domínguez Martínez (a) "El Greñas", quien está plenamente identificado de dedicarse a la venta
de estupefacientes en esa zona.
De acuerdo a la información dada a conocer por el Supervisor de la Policía Ministerial, Juan José Ramírez López, las detenciones ocurrieron ayer en el puente Valerio Trujano.
Arrestaron también a Mauricio Ramírez Díaz y a José Guillermo Silva Tapia de 26 y 29 años de edad conocidos como El Chota y la Parca, quienes le compraban la droga a Erick Rey Domínguez Martínez con domicilio en Macedonio Alcalá 102, de San Martín Mexicapan.
martes, 11 de septiembre de 2007
Empiezo, aunque sé que nos arrancaron los dedos a mordidas y que casi todos los conservamos en alcohol.
Alguna vez escribí de nosotros, de lo que fuimos, del nosotros que se me clava más entre los ojos mientras menos frecuentamos. Grité rayones resultado del olvido de nuestras generaciones... Después huí, abandoné los escenarios jalisquillos y los fracasos literarios (más los míos). Entonces escribía de las mismas mujeres con otros nombres, de mi adicción a la catástrofe. Las calles dejaron de ser conocidas, los bares siempre Malasaña. LLegué a escribir tapándome los ojos como cuando esperas que el tren pase por las vías, y la mujer de los diálogos en reversa aparecía en alguna página, el niño-teatro amante de coquitos, mis hermanas de fiesta-fiesta en casa Jack Daniel's (estos los relatos-ficción). Dormía con las manos temblando sobre el teclado y despertaba sudando con el cristal de su acelerada lectura (él sabe que la lectura es pasión de desesperados), esperando que ella llegara con otro cartón de vino tinto para amanecer con el café de Vips, que mi noche pasara en la sabia biblioteca de Celeste. Eramos vulgares, nos dejábamos para regresar. Debemos buscar al abuelo, eso seguro. Pasa que no puedo escribir de otra cosa, todos los lugares son el mismo lugar que apenas recuerdo... todos mis personajes se alimentan de tu generación olvidada.
Alguna vez escribí de nosotros, de lo que fuimos, del nosotros que se me clava más entre los ojos mientras menos frecuentamos. Grité rayones resultado del olvido de nuestras generaciones... Después huí, abandoné los escenarios jalisquillos y los fracasos literarios (más los míos). Entonces escribía de las mismas mujeres con otros nombres, de mi adicción a la catástrofe. Las calles dejaron de ser conocidas, los bares siempre Malasaña. LLegué a escribir tapándome los ojos como cuando esperas que el tren pase por las vías, y la mujer de los diálogos en reversa aparecía en alguna página, el niño-teatro amante de coquitos, mis hermanas de fiesta-fiesta en casa Jack Daniel's (estos los relatos-ficción). Dormía con las manos temblando sobre el teclado y despertaba sudando con el cristal de su acelerada lectura (él sabe que la lectura es pasión de desesperados), esperando que ella llegara con otro cartón de vino tinto para amanecer con el café de Vips, que mi noche pasara en la sabia biblioteca de Celeste. Eramos vulgares, nos dejábamos para regresar. Debemos buscar al abuelo, eso seguro. Pasa que no puedo escribir de otra cosa, todos los lugares son el mismo lugar que apenas recuerdo... todos mis personajes se alimentan de tu generación olvidada.
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